Imagina un cubo de Rubik como una representación del rompecabezas al que nos enfrentaremos durante las próximas décadas. En las seis caras de este complejo cubo están la economía, la deuda pública, la inversión verde, el cambio climático, la salud mental, el bienestar y la sostenibilidad. La principal tarea de gobiernos, empresas, políticos, bancos e inversores es resolver este cubo de Rubik que, en este caso, corresponde a la recuperación post covid-19.
Con los efectos de la pandemia de la covid-19 aún presentes, todos debemos tener por objetivo apostar por una recuperación más verde y resiliente para construir un futuro más sostenible a través del emprendimiento, la creatividad y la innovación. Con una ayuda mundial de 24 billones de dólares en 2020, una deuda pública que supera los 281 billones y la creciente tasa de desempleo, encontrar soluciones para resolver este cubo de Rubik está en manos de todos.
Tan solo hay una opción para salir de esta nueva crisis económica y humanitaria: la economía verde. El crecimiento económico debe estar directamente vinculado a combatir el cambio climático y cumplir con los objetivos de emisiones de carbono, un reto imprescindible de afrontar. Los gobiernos y las organizaciones tienen una oportunidad única para impulsar iniciativas fiscales verdes que permitan estimular la recuperación económica de una forma sostenible.
En estos momentos es fundamental aprovechar los bajos tipos de interés para aumentar la inversión pública con el foco en las infraestructuras sostenibles y de calidad, bajas en carbono y resistentes al cambio climático, sin olvidar el transporte, las comunicaciones, la energía, el agua potable y la tecnología digital. Con una necesidad de inversión en infraestructuras estimada en 3,7 billones de dólares al año hasta 2040, hay mucho en juego.
Con el objetivo de impulsar una recuperación económica centrada en la sostenibilidad, es esencial desbloquear las diferentes fuentes de financiación verde, incluyendo bonos, préstamos y otras inversiones verdes, diseñados especialmente para apoyar los proyectos sostenibles.
El Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo de la UE está creando un marco para que los inversores privados y del sector público ayuden a identificar, estructurar y ejecutar proyectos sostenibles. Además, existe una partida de 1 billón de euros de inversión sostenible para los próximos 10 años.
Por otro lado, el uso de los bonos verdes emitidos por gobiernos, corporaciones, instituciones financieras y empresas para financiar proyectos medioambientales alcanzará los 2,36 billones de dólares en 2023. Los bancos también están emitiendo bonos y préstamos verdes a pymes y emprendedores que tienen un proyecto centrado en soluciones medioambientales, sociales y de gestión (ESG) y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.
A pesar de que la pandemia de la covid-19 ha supuesto un duro golpe en todos los aspectos, ha acelerado algunas tendencias para frenar el cambio climático, como por ejemplo, el abandono de los combustibles fósiles y la preferencia por los activos renovables y digitales. El valor y el volumen de las transacciones relacionadas con energías renovables como la fotovoltaica, la eólica terrestre y marina, la hidroeléctrica o la biomasa aumentaron considerablemente en 2020.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que las energías renovables cubran el 80 % del crecimiento de la demanda eléctrica global en las próximas décadas, superando al carbón como fuente principal en 2025. Esta previsión ha impulsado la demanda de energía limpia, de vehículos eléctricos y de baterías más potentes, y la generación de energía de biomasa a partir de residuos, canalizando la innovación hacia proyectos de cero emisiones y aumentando la necesidad de nuevas tecnologías.
El despliegue de vehículos eléctricos y el cambio a un modelo de transporte más limpio para autobuses, ferrocarriles o transporte aéreo son iniciativas que promueven la movilidad sostenible y reducen la cantidad de emisiones de carbono en el sector del turismo, al mismo tiempo que proporcionan la logística necesaria para que las personas, los productos y los servicios sigan haciendo crecer la economía.
Por otro lado, la necesidad de disponer de una red de internet de banda ancha y tecnología digital puntera se ha vuelto más evidente que nunca durante la pandemia. La conectividad, la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial van a ser vitales para construir un ecosistema tecnológico que proporcione acceso a la inteligencia artificial, incluyendo edificios inteligentes, cadenas de suministro, redes eléctricas inteligentes y sistemas de transporte automatizados.
EE. UU. tiene previsto reincorporarse al Acuerdo de París e invertir 400.000 millones de dólares en tecnología limpia e innovación durante los próximos 10 años. Por su parte, China pretende ser neutra en carbono para el año 2060, alineándose estrechamente con las políticas de la Unión Europea, el Reino Unido y otros países que se han comprometido a alcanzar la neutralidad en carbono para 2050.
Todo esto hace pensar que el futuro de la economía y del planeta pasan sin duda por una transición económica verde, por lo que fomentar el espíritu empresarial y la innovación en sectores nuevos y apasionantes forma parte de la hoja de ruta de la recuperación económica y humanitaria, algo que sin duda ayudará a resolver el cubo de Rubik creado por la covid-19.
Con el objetivo de contribuir a la recuperación económica y aportar su granito de arena a la reconstrucción de un futuro más sostenible, Banco Santander impulsa el reto global Santander X Environmental Challenge, que busca la participación de negocios sostenibles e innovadores que tengan un impacto positivo en el medioambiente o en la sociedad.
Si eres un emprendedor preocupado por el futuro del planeta y tienes un proyecto que genera un impacto social, Santander X Environmental Challenge te ayudará a seguir impulsándolo. Para participar en el reto es necesario tener una facturación de entre 200.000 y 5.000.000 de euros y que tu solución se ajuste a una de estas dos categorías:
¿Tienes una solución con capacidad de generar un impacto medioambiental positivo? Si es así, únete al reto global Santander X Environmental Challenge. Los ganadores recibirán 20.000 euros para seguir impulsando sus proyectos, accederán a mentorías de los mejores expertos de la Comunidad Santander X y ganarán visibilidad en redes gracias a campañas de difusión de sus proyectos. Si cumples con los requisitos necesarios, inscríbete y ¡aprovecha la oportunidad!
Gerry Jennings es asesor empresarial con más de 35 años de experiencia en mercados de deuda y capital privado, incluyendo infraestructuras, apalancamiento financiero y mezzanine, capital privado y estrategias de fondos de inversión con banca de inversión e instituciones globales de gestión de activos. Además, tiene un MBA y un certificado profesional en coaching (PCiC) de la escuela de negocios Henley Business School.
Ha creado y desarrollado con éxito negocios en los mercados alternativos de deuda privada, ha ejercido como responsable de crear e implementar una estrategia de administración de fondos para clientes institucionales, de generar nuevas inversiones de deuda privada y de reclutar personas altamente cualificadas que apoyan iniciativas de crecimiento.
Tiene una trayectoria de éxito recaudando capital institucional de terceros a partir de una base de clientes global, incluyendo fondos de pensiones y clientes de seguros con una amplia red de contactos en el mercado.
A todo esto, se suma un gran interés por la educación, el coaching y las mentorías para ayudar a los particulares a desarrollarse y crecer para mejorar su rendimiento y eficacia tanto en el puesto de trabajo como a nivel personal.