Design Thinking para emprendedores: cómo aplicarlo paso a paso

23/12/2020 | Santander X

Numerosos emprendedores tienen una idea, dedican meses a desarrollarla e implementarla y, cuando la lanzan al mercado, ¡sorpresa!, resulta que no funciona. De hecho, el 90% de las startups fracasan a los tres años, según el Mapa del Emprendimiento de Spain Startup. ¿Quieres evitar esta situación? La metodología de Design Thinking para emprendedores te ayuda a diseñar proyectos basados en las necesidades reales de tu target y, así, multiplicar las probabilidades de éxito

¿Qué es el Design Thinking? 

Los orígenes del concepto de Design Thinking se remontan a la década de los 70, en la Universidad de Standford (California), donde surge un nuevo modelo para crear ideas innovadoras basado en el proceso que utilizan los diseñadores informáticos. 

En concreto, Tim Brown fue el encargado de impulsar el Pensamiento de Diseño en el ámbito empresarial, al que definió como “una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocio puede convertir en valor para el cliente y en una oportunidad para el mercado”, según la definición recogida en su libro Change by Design

De este modo, en lugar de llevar a cabo el desarrollo del proyecto de forma aislada, el Design Thinking propone un enfoque centrado en el cliente (customer centric). Se trata de involucrar al público objetivo en todo el proceso de emprendimiento, para que puedas comprender cuáles son sus necesidades y definir con un mayor grado de acierto cómo tu idea puede solucionar sus problemas. Así, tendrás muchas más probabilidades de que tu propuesta satisfaga sus expectativas cuando salga al mercado, reduciendo el riesgo de fracaso. 

De hecho, de acuerdo con el estudio Does applying design thinking result in better new product concepts than a traditional innovation approach? An experimental comparison study (2020), el Design Thinking genera mejores resultados para empresas y startups que las metodologías de innovación tradicionales en términos de viabilidad y relevancia

No es de extrañar que grandes firmas como Zara, Airbnb o Apple la usen en sus negocios y cada vez sean más las compañías y emprendedores que se suman a este modelo. Más aún, en la actualidad, cuando la pandemia ha modificado profundamente nuestros hábitos de comportamiento y ha cambiado nuestras necesidades. 

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¿Cómo aplicar el Design Thinking para emprendedores?

Para incorporar este enfoque a la hora de emprender, solo tienes que seguir las cinco fases en que se divide el Design Thinking. Eso sí, conviene resaltar que no se trata de un proceso lineal, sino iterativo, es decir, es conveniente que vuelvas de unas etapas a otras para ir revisando los avances. 

Empatizar

El Design Thinking para emprendedores comienza con un trabajo de empatización. ¿Qué significa esto? Debes recopilar toda la información posible sobre tu público objetivo para comprender al máximo sus deseos, necesidades, expectativas, problemas… En definitiva, se trata de que concretes qué desea tu target. 

Para recabar todos estos datos, puedes emplear las siguientes herramientas:  

  • Mapa de actores. Consiste en establecer quiénes son los grupos de interés de tu proyecto (inversores, trabajadores, consumidores, proveedores…), cuáles son sus características y cómo se relacionan entre ellos y con tu futuro negocio. 

  • Focus group. Otra opción es que organices grupos de discusión con los clientes para recoger información cualitativa sobre ellos y comprender su comportamiento presente y futuro. 

  • Inmersión cognitiva. Esta herramienta de Design Thinking para emprendedores te permite experimentar lo mismo que el consumidor. Por ejemplo, si quieres lanzar un app de transporte público, tendrás que utilizar este servicio tú mismo para conocer de primera mano qué falla y qué se puede mejorar e incorporarlo a tu idea.  

  • Observación encubierta. También puedes observar a los clientes potenciales de tu negocio en su contexto, sin que ellos sean conscientes, y ver cómo interactúan, como ocurre con la técnica del cliente misterioso.  

  • Benchmarking. Por último, no te olvides de la competencia. Estudia el trabajo de otras empresas similares y busca esas buenas prácticas que te permitirán sobresalir en el mercado. 

Definir

Una vez que has recogido toda la documentación, es hora de que filtres los datos y selecciones la información que realmente te aporta valor para tu proyecto de emprendimiento. 

En este caso, puedes utilizar los siguientes instrumentos

  • Fuera y dentro. Un sistema muy práctico para hacer este cribado es decidir qué datos te sirven para trabajar en tu proyecto y cuáles no. 

  • Saturar y agrupar. ¿Qué haces con esa información válida? Organízala por temas. Puedes utilizar post-its, por ejemplo.   

  • Mapa mental. Es una forma sencilla y visual de plasmar las ideas y conceptos clave y establecer vínculos entre ellas. Gracias a esta representación, te resultará más fácil comprender el proyecto en su conjunto. 

  • Diagrama de Ishikawa. Es otra herramienta gráfica para definir las relaciones causa-efecto de un problema: dibuja un pez, donde la raspa principal es ese problema y las espinas, las circunstancias que lo provocan.   

  • Matriz 2x2. Otra herramienta de Design Thinking para emprendedores de la fase de definición es la matriz 2x2, un eje formado por dos variables. Por ejemplo, si quieres estudiar la viabilidad económica de varias ideas, puedes crear un eje para el coste y otro para el impacto y ubicar cada iniciativa en el punto oportuno del cuadrante. De este modo, podrás eliminar las acciones con alto coste y bajo impacto. 

 

Idear

Ya tienes el trabajo de campo hecho. Llega el momento de poner la mente a trabajar, buscando posibles soluciones a los problemas y ofreciendo alternativas a las demandas de los consumidores.

Para ello, puedes emplear técnicas de fomento de la innovación, como las siguientes: 

  • Brainstorming. La conocida como lluvia de ideas es una buena forma para lanzar multitud de propuestas para una posterior selección. 

  • Brainwriting. La mecánica es la misma que en la herramienta anterior, solo que se realiza por escrito, evitando así que algunos participantes acaparen el protagonismo y otros, por timidez, no compartan sus ideas.  

  • Drawstorming. Como su nombre indica, se trata de realizar una lluvia de ideas pero en formato gráfico, lo que ayuda a visualizar un futuro prototipo.  

  • Método Scamper. Esta metodología de Design Thinking para emprendedores te ayudará a innovar repensando tu proyecto a través de las siguientes acciones: sustituir algo, combinar, adaptarlo, modificarlo, darle otro uso, eliminar alguna parte o reorganizar los componentes.  

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Prototipar

Sigues avanzando en el desarrollo de tu proyecto de negocio y, para ello, necesitas crear un prototipo que puedas probar posteriormente en el mercado. En este punto, tu objetivo debe ser transformar la idea en un producto o servicio real. De este modo, ya puedes trabajar en algo tangible e implementar mejoras hasta llevar a la versión más optimizada.  

¿De qué modo puedes llevar a cabo esta fase de prototipado? 

  • Plano de producto/servicio. Identifica cuáles son las características diferenciadoras de tu idea. Por ejemplo, si has creado una camisa que no necesita plancha, destaca este atributo, por encima de sus bonitos diseños.   

  • Storyboard. También puedes evaluar la acogida de tu proyecto mediante la narración de historias, contando de forma muy visual qué ventajas aporta tu idea al consumidor. 

  • Landing Page.  Crea una web de lanzamiento del producto o servicio; gracias al Big Data, podrás recabar estadísticas muy interesantes sobre la respuesta de los usuarios. 

  • Rol playing. Consiste en que realices una simulación sobre cómo funciona tu producto o servicio. Siguiendo con el ejemplo anterior, ponte la camisa, lávala y analiza si hay aspectos mejorables. 

Testar

Con el prototipo listo, el proceso de Design Thinking para emprendedores culmina con la puesta del mismo a disposición del público, con el fin de corroborar su grado de aceptación, detectar posibles deficiencias y reformular tu propuesta hacia que oferta y demanda coincidan. 

En esta fase, también tienes a tu disposición una batería de herramientas

  • Entrevista cualitativa. Selecciona una muestra representativa de tu target y entrevístalos para determinar qué les parece tu propuesta.  

  • Test cuantitativo. También puedes conocer su opinión a través de encuestas en las que abordes aspectos clave sobre tu producto o servicio.  

  • Focus group. Se trata de crear un grupo de discusión igual que en la primera fase pero enfocado a que los participantes expongan las deficiencias que detectan o mejoras que ellos desearían.  

  • Test de usuario. Esta técnica permite obtener una valoración más fidedigna, pues las opiniones de los consumidores vendrán después de que hayan probado la usabilidad del producto o servicio. 

Si sigues estos pasos, seguro que consigues perfeccionar tu idea inicial y obtener un proyecto que enamore a tus usuarios. Ahora bien, para maximizar tu éxito como emprendedor, no olvides seguir formándote y participando en iniciativas de fomento del emprendimiento que te guíen durante este arduo proceso. 

En Santander X encontrarás un amplio abanico de programas, plataformas y becas de apoyo a jóvenes como tú, una completa plataforma global en la que podrá hacer despegar tu idea. ¡Consulta las convocatorias abiertas! 

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