Iago Parga García, de Sarria, un pequeño pueblo de Lugo, se formó en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y completó sus estudios con un MBA y un Máster de Estrategia e Innovación. Asimismo, adquirió una experiencia muy valiosa como consultor estratégico, llevando la contabilidad de diversas empresas y, sobre todo, trabajando en la empresa que creó con su madre de gestión de apartamentos turísticos en el Camino de Santiago.
Fue la inquietud por aprender y su pasión por la estrategia y el emprendimiento lo que le impulsó a dar forma a un proyecto que había tenido en mente desde niño: digitalizar el comercio local de su pueblo natal para que fuera competitivo en el mercado actual dominado por el e-commerce.
A continuación, nos explica cómo esta idea inicial se ha transformado en Asmikasa, el primer marketplace para los peregrinos del Camino de Santiago y por qué cursar dos programas de Santander X, la red de emprendimiento global de Banco Santander, ha sido determinante en la consecución del proyecto.
En concreto, Iago participó en el programa Explorer, dirigido a emprendedores que quieren transformar su idea en un negocio sostenible que contribuya a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como en el Santander X Training Prepare to Launch 2022 | Babson College, cuyo fin es poner en marcha la estrategia de Go2Market de emprendimientos como Asmikasa.
Crecí en la época en la que también crecieron los grandes retailers y gigantes tecnológicos. Desde niño, vi cómo estos iban ganando terreno a los pequeños comercios de mi pueblo.
Sin embargo, durante el confinamiento por la pandemia a causa de la Covid-19, esta situación se volvió insostenible para ellos porque los comerciantes se pasaron meses sin ingresar ni un solo euro. Por esta razón, cuando se levantaron las restricciones, decidí que había llegado el momento de implicarme de manera activa, de mojarme.
Durante el confinamiento, y en colaboración con el Ayuntamiento de Sarria, creamos un sistema de bonos por el que los usuarios adquirían un vale cuyo importe en euros iban a poder utilizar cuando se retomara la normalidad.
Esta acción dio a los comerciantes un poco de aire y sirvió como primera prueba para lo que después ha sido Asmikasa. De hecho, la idea había quedado parcialmente validada: los consumidores estaban concienciados con el problema del comercio de proximidad.
Asmikasa es el primer marketplace del Camino de Santiago, cuya oferta incluye todo tipo de productos.
Nace de dos necesidades esenciales: la primera de ellas es la necesidad de los comerciantes de digitalizar sus negocios, dado que, en Sarria, por ejemplo, donde está pensado realizar la primera fase del proyecto, más del 90% de los comercios no venden a través de e-commerce.
La segunda es que los peregrinos, procedentes de todo el mundo, no saben dónde comprar muchos productos, ya que algunos son tan específicos que ni siquiera un lugareño sabría decírselo. Esto es algo que pude constatar cuando gestionaba apartamentos turísticos en el Camino de Santiago con mi madre. Ahora, en cambio, tienen toda esta oferta centralizada en una única plataforma: Asmikasa.
Antes de que surgiera Asmikasa, me presenté con un proyecto distinto a Santander Explorer, un programa de Santander X en el que tienes la oportunidad de trabajar sobre tu idea transformándola en un negocio sostenible que contribuya a lograr los ODS 2030. Sin embargo, no fui seleccionado. Al año siguiente, volví a presentarme con el que fue el primer prototipo de Asmikasa: un marketplace para el comercio local. Y me aceptaron.
Hasta ese momento, había trabajado en la idea yo solo, pero, en el Explorer, los tutores que me acompañaron y guiaron me hicieron ver que mi prototipo era poco ambicioso y que podía pivotar la idea inicial para dirigirme a un mercado más grande. Fue en este momento en el que Sarria conformó el escenario ideal para desarrollar el proyecto, ya que este pueblo es punto 0 para obtener la Compostelana, y entonces era año Xacobeo, y el Concello está muy interesado en potenciar el Camino.
Tras finalizar mi formación en Santander Explorer, se presentó la oportunidad de cursar otro programa: Prepare to Launch. Este mismo tiene como objetivo que los emprendedores puedan lanzar su idea al mercado, por lo que está pensado, sobre todo, para pulir todos los detalles de tu idea de negocio y poder presentarla a estos inversores, aunque ellos mismos muchas veces son tan versátiles que te aconsejan sobre cómo poder autofinanciarte.
Prepare to Launch fue ideal para afrontar esta última parte del proyecto, donde perfeccionas el modelo de negocio, descubres nuevas hipótesis y desarrollas todos los planes financieros. Sin ir más lejos, en este, logramos perfeccionar la estrategia para poder presentar la idea de negocio a inversores.
Sin duda, mis propias barreras mentales y el miedo. Uno de los grandes logros de los dos programas que he cursado es, precisamente, que te ayudan a derribar esas limitaciones que te impones tú mismo. El profesorado busca conocerte más allá del proyecto, como persona, para saber cuáles son tus habilidades y ambiciones, pero también las vulnerabilidades a superar.
Lo afronté. Perdí el miedo a que se cuestionara mi idea y a hablar de ella con el ayuntamiento, los comerciantes, los compañeros de oficina, etc. Me di cuenta de que no tenía nada que perder, pero sí mucho que ganar: conocer mejor las necesidades de la gente y la opinión de los posibles consumidores. Cuando hablas con las personas indicadas, la crítica siempre es constructiva, no destructiva.
Al iniciar el programa, también superé el miedo que tenía a la barrera del idioma. Un profesor, al ver que me limitaba a escuchar sin intervenir en clase, me dijo: «El emprendimiento no entiende de fronteras». Esta frase cambió mi mentalidad. A partir de ahí todo cambió y empecé a reunirme con proveedores de marketplace de otros países.
Los mentores tienen tal grado de expertise que saben los errores que vas a cometer y puedes evitar, y los que debes vivir para aprender y avanzar. La labor de mentoría posibilita que un proceso que se hubiera podido prolongar durante meses, o incluso años, se reduzca y simplifique de manera significativa.
Además, gracias a todo el material, las herramientas y la metodología de trabajo que se utilizan, y que todavía no han llegado a las escuelas y universidades españolas, el proyecto queda testado y el lanzamiento coge otro ritmo. Sin duda, permiten optimizar el proceso de desarrollo de las ventures y el aprendizaje. En este sentido, adquieres una serie de skills que ya pasan a formar parte de tu patrimonio personal y profesional.
Lo cierto es que son 12 semanas, pero intensas. También ha sido esencial el networking que construyes con profesores reconocidos a nivel internacional y con compañeros de otros países que, por ejemplo, conocen proyectos similares al tuyo que ya están validados y te facilitan su feedback.
La cultura del emprendimiento en función del país es totalmente distinta. En España, el emprendimiento todavía no está muy recompensado ni apoyado, ya que las iniciativas para promoverlo hasta el momento son escasas. En cambio, en Estados Unidos, el mero hecho de lanzarte a realizar un proyecto de índole personal está muy valorado y se ve prácticamente como un logro.
Por esta razón, estas iniciativas son todo un privilegio, ya que toda la ayuda y atención que te prestan es muy valiosa. Recibes una formación en todos los ámbitos de la empresa, desde el estratégico o financiero hasta el contable, por lo que es sorprendente la cantidad de cosas que se pueden aprender. Además, se trata de conocimientos que puedes aprovechar más allá de tu proyecto; en mi caso, hay herramientas que me ayudan a diario en el desempeño de mi actividad profesional.
Además, aprendes de los mejores profesores, de la mejor institución en emprendimiento y con casos de éxito reales que van a hacer que puedas aplicar todos los conocimientos a tu proyecto. Y es que, por muy imposible que te parezca tu idea, solo es cuestión de aterrizarla, y este punto creo que es una de las cosas que más valoro de iniciativas como esta: la importancia de aprender a pivotar y a cambiar el proyecto sin perder la esencia, es decir, manteniendo la misión, los valores y tu objetivo.
En este sentido, la labor de mentorización que hace Santander es muy provechosa, dado que cuentas con personas que te ayudan a profundizar al completo en los proyectos de cada persona y a solventar todos los problemas, así como el hecho de que te acompañan en todo momento. Es muy gratificante ver cómo, a medida que vas trabajando y dedicando horas, tienes más beneficios dentro del programa.
Por ejemplo, en mi caso, gracias a Prepare to Launch, ha sido posible realizar diferentes actividades y eventos. De hecho, he dado charlas en dos escuelas de negocio a partir de todo lo que he aprendido. Asimismo, he hecho distintos briefings para inversores que incluyen detalles y partes que no hubiera podido añadir sin este programa.
El desarrollo de la primera fase ya está proyectado gracias al programa Prepare to Launch. Además, Asmikasa está en búsqueda de inversores para poder lanzar la plataforma con las mejores características posibles y dando una solución válida a los consumidores
Tras la validación de la idea por el cliente y los comerciantes, lo propio a realizar ahora es encontrar la mejor solución que ofrecer a los clientes. Incluso, estamos valorando la financiación pública, ya que el ayuntamiento ha mostrado interés en el proyecto.
A largo plazo, nos gustaría poder dar solución logística a otras rutas sagradas que hay en el mundo, y que hemos descubierto gracias al programa. El objetivo es situarlas en el mismo punto que el Camino de Santiago.
Como puedes ver, Santander X, la red de emprendimiento global de Banco Santander, ha contribuido a impulsar ideas de negocio como Asmikasa. Y es que ayudar a las personas y a las empresas a progresar es la principal misión de Banco Santander, que incluye garantizar el acceso a los productos y servicios bancarios a toda la sociedad. En este sentido, la inclusión financiera de proyectos como Asmikasa es fundamental para la reducción de la desigualdad y la creación de nuevas oportunidades.
De ahí la importancia de la existencia de iniciativas como Santander X, una plataforma que pretende impulsar el talento de iniciativas como esta, creando una red global en la que los emprendedores puedan dar visibilidad a sus proyectos, entrar en contacto con otros miembros del ecosistema Santander X y encontrar nuevas oportunidades, colaboradores y mentores que les ayuden en el desarrollo de su proyecto.
Además, Santander X entiende que la innovación no es solo cosa de los emprendedores, sino también de las personas a las que sirven sus soluciones. De esta manera, al empoderar a las empresas para que crezcan, Banco Santander está impactando directamente en las vidas y negocios de sus clientes y proporcionando nuevas oportunidades de comercialización y generación de ingresos.
Si, como Asmikasa, quieres dar alas a tu proyecto, consulta el portal de Santander X, donde encontrarás un amplio abanico de iniciativas de formación enfocadas en impulsar y dar visibilidad al emprendimiento. ¡Aprovecha esta oportunidad!
Iago Parga García, consultor estratégico de marketing y fundador de Asmikasa